“Dos huelgas generales, EREs, recortes, cinco millones de parados, etc hacen de 2012 uno de los años más negros de la historia reciente de España y del entorno cercano. En Europa, el Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización está movilizando 25,3 millones de euros para ayudar a los trabajadores despedidos en Francia, Irlanda, Países Bajos, España y Suecia”. María Benjumea, Presidenta de Infoempleo y Vicepresidenta del Círculo de Empresarios comentaba en el encuentro de Top Ten Business Experts algo que es una realidad: la situación que estamos viviendo nos obliga a hacernos responsables de nuestras propias historias y a tomar iniciativas de emprender.
Quizá esta situación es la causante de que en estos últimos meses haya detectado un cambio de actitud entre directivos y ex-directivos, con los que he tenido la oportunidad de coincidir. Creo que más allá de querer escuchar acerca de innovación, de nuevas prácticas o de oportunidades para emprender, se han dado cuenta de la in-diferenciación existente en numerosos sectores (telecomunicaciones, banca, renting, distribución, etc). Es “urgente” dar pasos para salir de esta situación, pues una consecuencia inmediata no es otra que la guerra de precios y las iniciativas empresariales infructuosas.
Hacer más de lo mismo suele llevar a fracasos. Llevo meses viendo cómo se abren y cierran negocios en las calles sobre los mismos ya existentes. Las fórmulas que antes podían funcionar, ante las circunstancias de crisis, in-diferenciación, competencia, velocidad, etc.. Ya no funcionan. Y por otra parte, competir como “low cost” es algo difícil de lograr, a no ser que se disponga como una estructura de precios muy optimizada. Esto nos obliga a “formar” a esos nuevos emprendedores y a que en algunos negocios “actuar” se convierta en una realidad.
En mi opinión, esta crisis desencadena una “sensación de alarma”. Dicha percepción puede tener una lectura positiva al tener como fruto una motivación inmediata: unir grupos y hacer que muchas personas participen en proyectos de “customer experience”, lo que implementado con metodología proporciona diferenciación.
¿Será la sensación de alarma lo que hará del término experiencia un tema fascinante?, ¿qué creéis? En Estados Unidos ya se ve este tema como una realidad como se refleja en los datos de Temkin Group.
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