“Si tuviera que describir la experiencia de China en términos de Shopping Experience, diría que gana el precio por goleada frente a las experiencias ofrecidas”. Lo cual presenta desde mi punto de vista una clara oportunidad.
Mi vivencia allí durante los días que estado viajando con el objeto de obtener un mayor conocimiento del mercado asiático y con el de identificar nuevas tendencias puede resumirse como: un gran caos de gente revolviendo productos en mercados tematizados que yo misma he denominado como “Big Category Killers” y que ocupan manzanas enteras. En ellos, se podía experimentar la ausencia de escaparates para acceder mejor al viandante, dependientes anunciando verbalmente las ofertas, descuentos a gran escala anunciados vía material PLV o lo que es lo mismo promoción en el lugar de la venta. Todo esto suponía que a los ojos del consumidor apenas hubiera diferencia entre un punto de venta y otro.
Otra característica del mercado asiático es la “obsesión por la copia de marcas occidentales”. Ver imitadores de la estética de Apple por ejemplo, da pistas de la fascinación que supone para la gente de este gigante asiático lo que viene del otro lado del planeta. Esto puede experimentarse en los centros comerciales de grandes dimensiones donde predominan las marcas europeas y americanas y donde el concepto de la compra cobra el orden al que estamos acostumbrados y los precios se mantienen al nivel del resto del mundo.
Y en esta situación, donde los asiáticos se han convertido en una amenaza por su “expertise” en la competencia vía precios, mi visión es que tenemos toda una oportunidad en hacer algo que nosotros sí conocemos: “la creación de experiencias” alrededor del producto y la marca. Por otra parte y dada la “fascinación” del mercado asiático por este lado del mundo, se nos ofrece la oportunidad de trabajar en ellos esa parte del cerebro donde conseguimos que no se racionalicen las compras y donde se hace que el precio no sea lo determinante.
Tenemos un potencial brutal en estos mercados para hacer fans. ¡No lo desaprovechemos!
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