“¡Estoy de acuerdo: la clave es la humanización!” Esta reflexión la compartía con el Mago More durante una comida la semana pasada, en la que estuvimos compartiendo temas como mi nueva obra y el fenómeno fans.
La humanización de los productos, de los procesos y de los empleados se convierte en una necesidad como paso previo en la generación de “fans”. Algunas compañías han entendido la importancia de la “humanización de las personas, productos y procesos” y lo están aplicando. Dentro de la complejidad del término, unas lo están poniendo en marcha a través de lo que se ha venido a denominar “antropomorfización” o la atribución de características humanas a cosas no humanas. Se trata de una forma de generar vínculos.
Michelín, hace ya muchos años le puso ojos animados y una sonrisa en una sosa pila de neumáticos, Amazon ha acuñado una sonrisa en su logo, Ing Direct habla de amor a sus clientes y posiblemente el éxito del Furby de Hasbro, muñeco mascota por el que se vuelven locos adultos y niños, está en los gestos y ojitos tipo bebé o cachorrito.
Es parte de la estrategia con la que ha ganado seguidores Enrique Sarasola y su Room Mate, a quien veré de nuevo en unos días en Barcelona con Thinking Heads, dotando a sus hoteles de una personalidad humana e incluso dándoles nombres como Oscar, Marta etc.
De este tema seguiré hablando a través de mis futuros post y en la primera presentación del libro El ABC de la FANScination. Os invito a compartirla conmigo. ¡Ya ha empezado la cuenta atrás!
