“Las empresas FANScinantes no copian”. Esta frase ha sido algo que ha generado expectación entre los directivos y los alumnos que he tenido la semana pasada en la que no he parado de viajar llevando FANScinology a distintos lugares.
Copiar, seguir, monitorizar,… es un fenómeno bastante normal porque lo habitual es estar muy pendiente de la competencia, pero como cualquier estado emocional puede degenerar en una pasión: la obsesión. Como decía en mi post anterior, se puede llegar a formular la ecuación del éxito personal y dado que las empresas están formadas por personas, el éxito empresarial pasa por relacionar y encontrar estas variables en las organizaciones y no por obsesionarse en seguir a la competencia.
Vicente D. Cebrián-Sagarriga, Conde de Creixell y presidente de Marqués de Murrieta, relataba su visión en mi más reciente publicación FYS:
“Además de los cuatro factores de la fórmula (REINREFA) que, como hemos visto en este libro, formulan la ecuación del éxito empresarial, habría que prestar especial atención a lo que Elena define como Alquimia Emocional. Es decir, la correcta combinación de los cuatro elementos que permite perdurar en el tiempo.
Son muchas las compañías que causan sensación y alcanzan el éxito muy rápido, pero que no se sabe con certeza si estarán aquí en 50 años. Es bastante cuestionable que nuestros nietos sigan subiendo fotos a Instagram, pero no lo es tanto que sigan conduciendo coches de la marca Ford. No sabemos si seguirán realizando sus búsquedas a través de Google, pero difícilmente habrán dejado de beber Coca-Cola.
La capacidad de innovación que hemos tenido en los últimos veinte años, haciendo que las cosas ocurrieran, ha llevado a la bodega hasta donde está actualmente.
¿Su lema?: A veces hay que cambiarlo todo para que todo siga igual….
Y así ha sido, … Sus más de ciento sesenta años de vida ….son su constante búsqueda de innovación. Sólo en el último año, ha sido reconocida:
Mejor Bodega del Mundo
Mejor Empresa del Año
Mejor Empresario del Año
Estos reconocimientos premian la labor empresarial y comercial de la bodega, sin duda, pero también recogen sus esfuerzos en innovación, su comunicación con el consumidor y la percepción de marca que tiene este último.
¿Cómo logra una bodega de más de 160 años de historia romper con el concepto de “centenaria” para volverse actual, diferente y ser reconocida por ello? ¿Qué significa cambiarlo todo para que todo siga igual?
Pero lo ha hecho con sinceridad, sin sorpresas, sin apresurarse, y sobre todo, sin perder su esencia: la de ser una bodega con alma. Un alma viva y en constante evolución…
Si hay algo peor que no saber comunicarse con el consumidor, es mentirle. Y ahí entra otro de los grandes factores de la Ecuación Murrieta, que es precisamente emocional: la sinceridad de su producto, de su historia, de su manera de elaborar el vino. Un valor emocional institucional, de su Institution Experience como diría Elena, que ha llevado sus vinos a un total de noventa y seis países…”
Murrieta, habla de innovación y de una visión “sin prisas”, eso sí, sin perder su esencia, lo que le define. Y cada uno de nosotros, querido lector, ¿tenemos claro lo que nos define? ¿nuestra esencia?¿lo que hizo que pudiésemos estar en el mercado?
Justo esta semana he estado en una compañía que reconocía que habían perdido un poco el sentido inicial de sus valores y de la emoción que les llevó a estar donde estaban…¿creéis que esto es eso algo común?
Sobre REINREFA y sobre fascinar con lo que se tiene vamos a seguir hablando en los siguientes post. ¡Que tengáis un día fascinante!
